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Todo lo que tienes que saber si quieres hacer prácticas en el extranjero

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Todos sabemos que una formación completa no termina hasta que comienza la experiencia práctica de verdad. Estudiar en la universidad y hacer algún máster o cursos complementarios nunca está de más, y te pueden ayudar a sentar las bases de lo que va a ser el conocimiento para tu futuro desempeño profesional. Pero, de un modo pragmático, hasta que no empiezas a trabajar en una empresa, enfrentándote a situaciones reales e interactuando con otras personas, no terminarás de completar tu formación.

Y una buena manera de comenzar con esta última fase de tu formación es realizando prácticas en una empresa. Las prácticas profesionales son algo que muchos reclutadores valoran, ya que les permite hacerse una mejor idea de tus capacidades y también les deja entrever que eres una persona proactiva que sabe moverse desde el principio.

Pero, si le quieres dar un plus a tu currículum, tienes que ir más allá. ¿Por qué no haces unas prácticas en el extranjero? Si no lo has pensado aún, es hora de que lo valores. Y, para convencerte, te vamos a explicar todo lo que obtendrás si decides iniciar tu experiencia profesional en una empresa ubicada en otro país.

· Lo primero de todo es que conseguirás dominar un idioma extranjero (salvo que vayas a un país donde se hable la misma lengua que en el tuyo). Esto no solo te valdrá a ti en lo personal, sino que también le dará un impulso a tu perfil laboral, abriéndote unas puertas mucho más variadas de las que te puedes imaginar. Piensa que no es solo que vayas a saber hacer la compra y leer un libro en ese idioma, sino que también dominarás un lenguaje profesional especializado que, realmente, no se enseña ni en las academias ni en la calle.

· Aprenderás a adaptarte a los cambios. Y es que la vida en un país extranjero, sobre todo al principio, supone aclimatarse a nuevas costumbres, nuevos hábitos y distintos modos de hacer. Pero tranquilo, no serás el primero que se vea en esa situación y tampoco vas a ser el único que no consiga adaptarse. Unos tardan más, otros tardan menos, pero todos los consiguen, de un modo progresivo y sin darse cuenta. Esta capacidad de resolución se incrustará en tu saber y la podrás aplicar a tantas y tantas situaciones futuras que te harán destacar sobre la media. ¡Otro punto para ti!

· Vivirás y trabajarás en un entorno multicultural. Lo normal es que las empresas que acojan en su seno becarios de países extranjeros no lo hagan de uno solo, sino que cuenten con trabajadores de distintas procedencias. Además de esto, al ser un trabajador foráneo, también será normal que conozcas gente que esté en una situación parecida a la tuya, no solo en el trabajo, sino incluso en el lugar donde te alojes, ya sea una residencia, o un piso compartido.

Vale, ahora que tienes aún más claro que quieres hacer prácticas en el extranjero, sigue leyendo, porque hay otras cosas que tienes que tener en cuenta, y tampoco te puedes lanzar a la aventura como quien se tira a una piscina sin saber cuál es su profundidad.

1.- Planifica todo con antelación

Y cuando decimos todo, queremos decir exactamente todo. Piensa bien en qué tipo de empresa te gustaría hacer prácticas y en qué país. Una vez que tengas ambas cosas bien claras, hazte un buen listado y busca personas de contacto que te puedan ser útiles. En este punto, si ya has comenzado a tejer tu red de contactos, puedes dar con alguien que te eche un cable.

2.- Actúa como un candidato local

No vas a poder ocultar (ni debes) que eres extranjero y resides en otro país, pero sí que te recomendamos que te adaptes a ciertas cuestiones del mercado laboral local. Es decir, sigue los procesos que se siguen en el país donde se encuentra tu futura empresa y adapta tu currículum al formato que allí se estila. Haz lo mismo con la carta de presentación y, en caso de que te vayan a hacer una entrevista, intenta informarte también de cómo son allí, de cuáles son las costumbres según los tipos de empresa, etc.

3.- Empieza a ahorrar ya

En muchas ocasiones, los trabajos de prácticas no ofrecen una gran remuneración, y esto es algo que ya sabemos desde que nos postulamos. Pero vivir en el extranjero no es lo mismo que hacerlo en tu ciudad o país natal, y los gastos se multiplican, sobre todo cuando hablamos de una pequeña mudanza para, en principio, unos meses. De todas maneras, no te desanimamos a que intentes negociar un sueldo que te pueda cubrir la mayor parte de tus gastos cotidianos. Los reclutadores suelen tener en consideración este aspecto cuando contratan a jóvenes profesionales foráneos.

4.- Sé práctico

Esto, también con todo, claro está, pero más aún cuando estés echando tus solicitudes y, más aún, cuando hayas conseguido tus prácticas en el extranjero y te vayas a mudar. Como te hemos dicho en el punto anterior, lo mejor es que intentes reducir tus gastos y, para eso, el primer paso es buscar un alojamiento práctico y funcional, que minimice tus traslados al trabajo y te permita ahorrar en tiempo y en dinero. Claro está que, cuando busques alojamiento, también tienes que pensar en los gastos que te va a suponer la renta y que necesitarás de otros servicios cerca de tu casa, por lo que es mejor que te informes con antelación sobre las mejores zonas de cada ciudad, sus precios y características.

5.- Una vez allí, dalo todo

Y es que la oportunidad de hacer unas prácticas en el extranjero no la tiene todo el mundo. Considérate afortunado y da lo mejor de ti mismo. Mantén una actitud positiva y no te dejes llevar por los momentos más difíciles, que serán sobre todo al principio. Es probable que, como te sucedería en unas prácticas en tu país, tus tareas y responsabilidades no vayan a ser la panacea, pero por algo se empieza. Y una primera piedra internacional para la construcción de tu carrera laboral es una piedra que atrae mucho y te dará un prestigio único. Así que ¡púlela y dale todo el brillo que puedas!


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