El encargado de comunicación es el representante de una empresa en términos de imagen y reputación. Su objetivo es dar visibilidad a su marca para que sea conocida por un público determinado y, por último, seducir a estos clientes potenciales para que realicen una acción determinada. Está involucrado en muchas áreas del vasto sector de la comunicación (comunicación de eventos, de crisis, finanzas, relaciones con la prensa, publicidad...).
La reputación y la imagen forman la identidad de una empresa. El papel del encargado de comunicación es reforzarlo con campañas de comunicación efectivas que lleguen al público objetivo. Para que las campañas sean efectivas se deben elegir canales de comunicación específicos, dependiendo del objetivo que se persigue. La estrategia de campaña la puede llevar a cabo con el asesoramiento de una agencia especializada, subcontratarla o desarrollarla por su cuenta.
Hacer que el público respete o aprecie a una marca o compañía es una de las misiones principales del encargado de comunicación, porque se trata de la imagen y visibilidad de su empresa. Ya sean clientes, empleados, enlaces de comunicación, colaboradores o el público en general, un responsable de comunicación debe saber cómo gestionar los pasos apropiados (en términos de creatividad, originalidad...) para encantar a su target y adquirir un índice de aceptación satisfactorio.
El objetivo final del responsable de comunicación es que sus campañas sirvan de estímulo para llevar al cliente a actuar de la manera deseada. Con este objetivo en mente y para fidelizar a su clientela despliegan sus estrategias en medios de comunicación, eventos, concursos…
Creatividad, versatilidad, carisma, buen nivel de inglés, capacidad de escucha, curiosidad, pragmatismo, reactividad, interés por las nuevas tecnologías, diplomacia…
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